Lo que queremos alcanzar está a la vuelta de la esquina, pero para agarrarlo debemos tener disciplina, orden y mucha fuerza de voluntad para hacer lo que sabemos que tenemos que hacer.
Y una forma muy útil de lograr lo que deseamos, es escribir nuestros objetivos, no pensarlos, sino escribirlos, plasmarlos en papel y además, puedes usar la técnica de las tres P.
Este método consiste en escribir tus metas usando las tres P: positivo, presente y personal.
Presente
“Para empezar debes usar los verbos en tiempo presente porque tu inconsciente no puede procesar otros tiempos verbales”, así lo indica Brian Tracy en su libro “El Plan Fénix”, en el cual explica esta herramienta de las tres P.
Entonces, ¿cómo puedes escribir algo que deseas lograr (en el futuro), en tiempo presente? Es muy sencillo, escribe la meta como si ya la hubieses alcanzado. Por ejemplo: “Gano X dólares al año”, “Estoy en un peso saludable”, “Tengo la empresa de mis sueños”.
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“Esto establecerá una dinámica en tu inconsciente y así tu supraconsciencia empezará a trabajar 24 horas al día para que esa nueva orden se vuelva realidad”, afirma Tracy en el texto.
Positivo
Siempre redacta tus metas en términos positivos. En lugar de “No comeré tantos dulces”, es preferible escribir: “Me alimento bien”.
Al escribir los objetivos en positivo le mandas información positiva a tu cerebro en vez de ponerle prohibiciones y reglas estrictas que serán más difíciles de cumplir.
Personal
Y, por último, recuerda siempre hablar en primera persona. Usar el pronombre “yo” y un verbo de acción.
“Tú eres la única persona que puede usar palabra ‘Yo’ al referirse a sí mismo. Cada vez que lo hagas tu inconsciente reconocerá que se trata de una orden que viene de la autoridad máxima. Yo gano, yo vendo, yo logro. Cada vez que usas Yo y un verbo de acción, ejerces un fuerte impacto en tu comportamiento y lo modificas”, ratifica el autor.
No basta sólo con escribir
Como explicaba al principio las metas hay que escribirlas, sacarlas de nuestra mente a la realidad, al papel. Pero ese papel no lo vas a dejar escondido en una libreta o cuaderno, ¡nada de eso! Los objetivos tienen que estar visibles, tienes que ponerlos donde los puedas ver todos los días: en la nevera, en el espejo del baño, al lado de tu cama, como fondo de pantalla en tu teléfono o computadora.
Las metas se tienen que hacer visibles para que puedas estar más cerca de cumplirlas.