Innovación y creatividad, dos compañeras que siempre van a agarradas de la mano, pero presta atención porque no son hermanas gemelas. El problema con la innovación es que siempre se confunde con la creatividad y no, no son lo mismo.
De hecho, para que ocurra la innovación tienes que ser creativo, curioso, ¿no? En general, la innovación se resume en juntar tres aspectos importantes: lo nuevo, lo viejo y lo que aporta valor, sin estos tres elementos no hay innovación.
Para entender la diferencia entre ambos conceptos, vamos a definirlos. La innovación es un proceso que modifica elementos existentes, con el propósito de mejorarlos o crear algo nuevo que aporte valor. Por su parte, La creatividad es la capacidad para pensar fuera de lo establecido, encontrar nuevas soluciones a los problemas y generar ideas.
La mayor diferencia entre creatividad e innovación es que la creatividad ocurre en la mente, es un proceso imaginativo, en cambio, la innovación ejecuta esos pensamientos. En otras palabras, empezamos siendo creativos creando y solucionando problemas, para luego poder ser innovadores implementando dichos pensamientos.
Pero para que la innovación ocurra ya sabes, debes juntar algo nuevo, algo viejo y algo que aporte valor.
Por ejemplo, estoy segura que has oído de las aspiradoras robot, una máquina inteligente que limpia y aspira el piso de tu casa. Este es un producto innovador porque tomaron algo viejo: limpiar la casa con una escoba, algo nuevo: que este trabajo lo haga un robot. Y agregaron valor con el ahorro de tiempo y mejora en la vida de las personas.
Y claro, para diseñar esta aspiradora robot, su creador debió ser creativo, pasar por un proceso de pensamiento y análisis para solventar un problema.
La creatividad y la innovación se complementan una de la otra.
