La palabra riesgo te puede dar miedo o te puede motivar, pero para los emprendedores, tomar riesgos es su pan de cada día.
Tener una empresa o un negocio pequeño significa que debes arriesgarte para evaluar y probar oportunidades que permitan hacer crecer tu emprendimiento ¡y esto ocurre todo el tiempo!
Si no estás tomando suficientes riesgos con tu emprendimiento, probablemente no estás explorando nuevas ideas, inventando nuevos procesos o haciendo cambios y/o mejoras en tus productos o servicios y quizá estés en una zona de confort que a largo plazo te puede hacer perder terreno en el mercado.
Un riesgo es la probabilidad de que un evento favorable o adverso ocurra dentro de un determinado tiempo.
Sin embargo, los buenos empresarios no toman riesgos a la ligera o sin pensarlo y analizarlo, los buenos empresarios toman riesgos calculados. Esto es una decisión que se toma después de una cuidadosa estimación de los posibles resultados.
En pocas palabras, un riesgo calculado es analizar todos los escenarios posibles y reducir la incertidumbre de los resultados que se puedan obtener.
A mí me encanta enseñar con ejemplos, así que te pongo uno bien sencillo para que comprendas a la perfección lo que es un riesgo calculado.
Contratar a un empleado es un riesgo calculado. Con los fondos suficientes debes ser capaz de cubrir económicamente el salario de esta persona, pero puede ser que un empleado no se adapte a la empresa y a su modalidad de trabajo. Puedes entrenarlo por unos meses y luego perder esa inversión de conocimiento y tiempo, y en el peor de los casos, puede que hasta termine trabajando con tu competencia.
En el aspecto positivo contratar a un empleado puede resultar en la mejor inversión, puede ser que esta persona ponga a valer tu empresa, que cuide de tus clientes y en el mejor escenario hasta quizá haga que tu empresa crezca.
¿Lo ves? Es un riesgo calculado, sabes lo que puede suceder en ambos panoramas (bueno y malo) y de igual forma tomas la decisión, tomas el riesgo calculado.
¡Empieza a tomar riesgos! No te quedes en la banca viendo como los demás negocios sí crecen y el tuyo se queda en el mismo lugar.
