Naming es una técnica en la que se crea de forma estratégica y con un propósito definido el nombre para una marca, empresa, negocio, evento, producto o servicio.
Este proceso no solo requiere de una buena idea y un cerebro creativo, cuando se realiza un trabajo de naming para una marca también se debe hacer una investigación de mercado, mucho brainstorming y sobre todo verificar la viabilidad del nombre desde el punto de vista legal al asegurarte que esté disponible y que no sea una marca registrada.
Un nombre para una marca no se puede tomar a la ligera, no deberías elegir la primera palabra que llegue a tu cabeza, ni tomar ejemplos de otras marcas y copiarlos. El nombre que elijas se quedará para siempre (o hasta que hagas un rebrand) así que asegúrate de crear o seleccionar una buena identidad.
Si estás pensando en cómo puedes crear un buen nombre para tu marca, aquí te dejo algunos consejos que yo misma he aplicado al crear nombres para las marcas de mis clientes.
☑️El nombre debe ser corto y preciso.
Un nombre largo no permanece en la memoria del consumidor. Fíjate este ejemplo, cuando empecé con mi agencia de marketing hace 11 años, el nombre que creé fue Comunicaciones Dospuntocero. Imagínate, un nombre ¡súper largo! La gente siempre nos decía la agencia «Comunicaciones» o la agencia «Dospuntocero», pero jamás nos recordaban por las dos palabras juntas y era obvio, el nombre era muy largo.
Mira las grandes marcas, sus nombres son cortos, máximo tres sílabas: Apple, Nike, Google, Meta, Amazon, Samsung. Nombres cortos, nombres poderosos.
🫢El nombre debe ser fácil de pronunciar (y de escribir).
Si a primera vista no se puede pronunciar fácilmente, desecha ese nombre, no sirve. Un buen nombre de marca se lee fácil en el idioma donde se desarrolla la marca.
Google es una palabra fácil de pronunciar para quienes hablan inglés, pero su popularidad es tan grande que muchas personas que no hablan inglés saben cómo decir esta palabra apropiadamente. Aunque claro, otros todavía le dicen «gugli, gugle», no pasa nada, eso no le resta poder a la marca.
Si consigues un nombre que en varios idiomas es fácil de pronunciar, ¡has ganado la lotería! Por ejemplo: Adidas, Meta, TikTok, Uber, Toyota, son palabras que en inglés o español son fáciles de pronunciar porque se leen como se escriben.
🧠El nombre debe ser memorable.
Esto se refiere a que un buen proceso de naming deriva en un nombre que tiene ese poder de recordación, que, después de escucharlo, se quedará en la mente del consumidor por mucho tiempo. Una marca memorable es la que puedes recordar.
💫El nombre debe reflejar la esencia de la marca.
Hay nombres que sencillamente no son coherentes con el concepto de la marca. Una marca bien creada tiene una identidad definida, una esencia, características propias que la definen, y el nombre tiene que reflejar todo ese mensaje intangible que se quiere transmitir de la marca.
Sin embargo, hay nombres que son muy abstractos o no tienen un concepto obvio, sino que detrás del nombre elegido hay una historia que contar.
📚Si el nombre tiene una historia, mejor.
Por eso, si el nombre de la marca, tienen una historia, ¡mucho mejor!
El nombre actual de mi agencia es Köm Agency, mucha gente me pregunta qué significa Köm. Y lo cierto es que «Köm» es una evolución de Comunicaciones Dospuntocero. De la palabra «comunicaciones» sólo dejamos «com». El «dospuntocero» se convirtió en dos puntos sobre un cero (Ö) y finalmente cambiamos la «c» por la «k» para elevar el nombre llevándolo a ser algo único y distintivo. Esa es la historia detrás del nombre de mi agencia.
No olvides que las personas conectan con las historias porque éstas despiertan emociones, y cuando conectamos con una marca a nivel emocional se crean conexiones poderosas que facilitan el posicionamiento de marca.
👄Que suene bien.
Hay nombres que suenan bien, son catchy (pegajosos). Y esto hace que se queden por más tiempo en nuestra memoria. A veces, estos nombres vienen de palabras inventadas, de juegos de palabras o de palabras en otros idiomas que tienen buena sonoridad (suenan bien). Si el nombre suena bien, ¡vas bien!
El proceso de crear un nombre para una marca es la combinación perfecta de inspiración, creatividad, ingenio y también técnica, estrategia, investigación y análisis.