No vas a estar motivado siempre, algunos días no vas a amar tu trabajo, vas a querer renunciar, vas a estar cansado. Y eso está bien.
Creer que todo debe ser color de rosa, es absurdo. Pero eso es lo que nos han sembrado en la mente, que tenemos que sentirnos bien para hacer algo, si no, lo desechamos. Si requiere mucho esfuerzo, simplemente no lo hacemos; si no hay motivación, entonces no hacemos nada.
Nos han inculcado que ahora todo debe ser fácil, rápido, bonito, porque de lo contrario no vale la pena.
Y sí, es cierto que cuando sufres fracaso tras fracaso o cuando las cosas se ponen muy difíciles al punto que afecte tu vida, tu salud, ya debes tomar acciones que te traigan bienestar.
En muchas ocasiones las personas se dejan llevar por la motivación, si no hay, no hacemos nada o peor, lo hacemos mal.
Nos han vendido la motivación como el elemento necesario para tener éxito, algo que debemos buscar y cuidar como un tesoro. Ésta es la estafa de la motivación, creer ciegamente que necesitamos un estímulo externo o interno para hacer algo, para perseguir nuestras metas o sueños.
Por eso es que vemos tantas personas detenidas, estancadas; porque están esperando esa dosis de motivación para tomar el control de sus vidas. Si confías en la motivación todas tus acciones, la motivación te dominará, la falta de ella apagará tu vida y con ella es que eres funcional. ¿Ves el problema?
Sentirte motivado es fenomenal, aplaude y celebra cuando llegue esa visita de forma repentina, pero cuando la señora motivación se vaya, no te detengas, no dejes de hacer, la motivación no puede controlar tu vida.
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Entonces, ¿qué hacer cuando te falte motivación? Lo que necesitas es incorporar más disciplina a tu vida.
Disciplina es la solución
La disciplina es la capacidad hacer tareas de forma constante que beneficien a la persona, acercándola a un objetivo en específico.
La disciplina es hacer las cosas incluso cuando no quieres hacerlas, cuando te sientes desmotivado, porque verás, la motivación se agota, en cambio la disciplina es infinita.
Tener disciplina es responder a un compromiso contigo mismo, es valorarte como persona y trabajar por ti. En general, tener disciplina es tener amor propio.
Esta es la verdad que tienes que memorizar a partir de ahora: no necesitar estar motivado para hacer las cosas, sólo tienes que ser disciplinado y hacerlas.
